Un Día Normal...

Crónica de un Miércoles cualquiera. 6:50 am, suena la alarma y te arrastras al baño. El rastrillo te corta y el agua caliente nunca llega. Vas a la cocina, café, huevos y pan con mantequilla. Tomas el colectivo. $7.50, bajan en el metro. Subes al tren, te aprietan pero debes llegar a la oficina. Miras el reflejo en el monitor de la computadora y casi no reconoces al tipo que te mira con bolsas en los ojos. Subes a una junta, bajas a entregar el reporte. Subes, bajas, bajas, bajas. Un cigarrillo en la azotea, la lluvia cae con fuerza y puedes ver rayos en el horizonte. Tiras el cigarro al piso y miras como se moja, como se deshace. Seis de la tarde, hora de irse. Te quitas la corbata y la pones en el cajón que guarda la demanda de divorcio, alegando violencia porque no ganas lo suficiente. Tu sabes que para ella nada es suficiente. No tienes paraguas así que caminas a la estación bajo la lluvia. Subes al metro después de varios intentos infructuosos. Tu saco se atora en la puerta del vagon. Escuchas como la tela se rasga. Maldito judio, el también te engañó. El aire huele a mugre, cansancio y pesadumbre mojados. Nadie te mira a los ojos, nadie te da señales de vida. Caras sin expresión, como pescados en hielo. Bajas del vagón y hay un río de gente en las escaleras. Tratan de protegerse de la tormenta. Los esquivas pegadito a la pared y sales a la banqueta que también esta llena de gente, hombres, mujeres, no sabes, es confuso. Y la lluvia no cesa. Hay policías que hacen valla para evitar que pisen el césped. Una fila, otra fila, otra fila. Estas dentro, con miles de personas mas, pero así te sientes aun mas solo. Una hamburguesa, mala carne, cara como sushi en Polanco. Compras una cerveza, te sientes robado. Tu saco esta mojado y los cigarrillos ya son pocos. Se apagan las luces. Es cuando notas que estaban encendidas. El escenario se ilumina. Escuchas a Thom saludar a la banda. Los fresitas de enfrente encienden la hierba. Tu corazón se estremece y una sonrisa aparece en tu rostro. Éxtasis sensitivo. Wake from your sleep, the drying of your tears....
Today we escape, we escape.
Por Adolfo Miranda